ADVERTENCIA: La siguiente entrada puede ser de extensión inapropiada para lectores de poca atención y puede perder el sentido en algunas partes… Léala bajo su propio riesgo, y si la leyó coméntela porque este quizás sea el tema que más conflictos existenciales me provoca y cualquier punto de vista alterno es bienvenido.
Antes de empezar propiamente con el tema quiero agradecer a todos los que se tomaron un momento de sus vidas para escribir un comentario en el post anterior, la verdad fue más exitoso de lo que pude haber imaginado, gracias por tomarse el tiempo de leer las palabras de está aficionada y como ya lo hice anteriormente cada comentario tendrá su respuesta, porque es gracias a sus opiniones que este blog cumple su función.
Dejando de lado la nota sentimental vamos directo al grano. Cuando cursaba 7mo año del colegio tuve un profesor que con una sola frase logro formar gran parte de mi ideología como persona, me dijo: “El que tiene voz que se deje oír…” en ese momento jamás me habría imaginado que esas simples 8 palabras se iban a convertir en una bola de nieve creciendo progresivamente en mi cerebro hasta convertirse en la base de mi ser, me explico, el simple hecho de recalcar una acción obvia, si tiene voz es para que la use, no debería de tener una reacción de tal magnitud en la gente… si tiene nariz, es para que respire… no, nada, no hay reacción… entonces ¿Por qué el hecho de dejarse oír se pudo convertir en una epifanía tan grande?
Luego de 4 años y un poquito más de pensarlo llegue a ciertas conclusiones: Desde que somos pequeños nos adiestran para creer que entre menos tengamos que pensar más eficientes podemos llegar a ser, a la gente le da pereza pensar y prefiere que los demás piensen por ellos, la sociedad tiene líneas demasiado marcadas, y si alguien se sale de ellas, en vez de verlo como una mente con potencial para el progreso lo ven como una mente con ideas peligrosas… en simples palabras, si usted se deja oír lo callan porque no hay tiempo para lo diferente, acuérdense de que estamos progresando…
"En todas partes del mundo ha funcionado siempre muy bien la ley de las compensaciones, al que sube la voz, le bajan la caña..." Mafalda
Podría seguir escribiendo mis pensamientos sobre este tema pero prefiero dejarlo para futuras entradas… para los que se preguntaban de donde viene mi forma de ser, de donde viene la manía a decir siempre las cosas como son y reducir al mínimo las idealizaciones, de donde viene la necesidad compulsiva de hacer que mi opinión sea escuchada, vienen de ahí, de esa frase.
Se preguntarán también (o no…) porque estoy escribiendo esto… lo escribo porque hace un par de años perdí de vista el punto de toda mi forma de ser… se convirtió en una cotidianidad, me dejaba escuchar por los que querían escuchar y deje botado el querer dejarme oír por quienes no querían escuchar, el valverguismo se convirtió en un arma de doble filo y me dejó de importar absolutamente todo, y hoy por primera vez caigo en consciencia de esta situación, y no se… asusta bastante.
Escribo esto para que no les pase lo que me pasó a mí, nunca se olviden de quien son, nunca se queden con las ganas de decir algo, nunca dejen que los demás piensen por ustedes, nunca dejen que nada los detenga, si tienen voz déjense oír, y sobre todo (y es aquí donde fallé) nunca asuman que una persona no hace la diferencia.
Espero de verdad que comenten, que se dejen oír, ¿qué piensan de todo esto? Si están en desacuerdo aún mejor, si quieren decir algo díganlo, pero de nada sirve guardarse las ideas para uno mismo.
PD: El tema de esta vez iba a ser otro, sin embargo cuando me senté a escribir no pude dejar de lado estas ideas, así que les prometo que la próxima vez va a ser un tema menos extenso y mas general =)
PD: El tema de esta vez iba a ser otro, sin embargo cuando me senté a escribir no pude dejar de lado estas ideas, así que les prometo que la próxima vez va a ser un tema menos extenso y mas general =)